Director Centro Residencial
Jardín-Tardajos
El envejecimiento es ya uno de los rasgos que definen a todos los países industrializados; con un peso creciente de este sector en el conjunto de la población -conforme aumenta la esperanza de vida y disminuyen las tasas de fertilidad- esta nueva realidad, sabemos muy bien que plantea retos a nuevos problemas y necesidades en el entorno socioeconómico, cultural y sanitario, debido a que buena parte de las estructuras sociales actuales fueron diseñadas en una etapa de poblaciones jóvenes y crecientes.
Pero el envejecimiento de la población y el cambio de composición que trae consigo, puede llegar a tener también muchos efectos positivos para la sociedad.
En España este potencial se mide en los 16 millones de personas que ya hoy tienen más de 55 años, un tercio de la población, que en 2.050 ascenderá al 42,5% según las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE), que además precisa, según la última estimación disponible de este organismo, que la esperanza de vida libre de limitaciones funcionales o discapacidad, es decir, de forma saludable, con aptitud para mantener niveles variados de actividad, estaría ya en los 66 años.
Este contexto convierte a los jubilados en un sector que quiere seguir formando parte activa de la sociedad, un grupo de población, hablando de forma generalizada, en buena situación física y mental, con experiencia, bien formada y con capacidad de adaptación demostrada, además de disposición a seguir contribuyendo a la sociedad y a la economía, si se dan las condiciones adecuadas.
Los datos confirman esta realidad y en la actualidad, las personas mayores de 55 años realizan el 60% del consumo en España, lo que los convierte en uno de los principales motores de la economía global con un perfil de consumidor muy atractivo para diferentes mercados. Un colectivo que genera el 25% del PIB español, y crecerá aún más en los próximos años porque cada vez habrá más personas mayores, con pensiones de media, en general más altas y por tanto con mayor capacidad de renta. Tanto es así, que ha inspirado la creación de una categoría económica que los define y a los sectores que se dedican a satisfacer la demanda de productos y servicios de las personas mayores se les cataloga dentro de la Economía plateada o Silver economy, en inglés (el término “silver” proviene del color del cabello plateado o canoso) y su peso en la economía es tal, que, según un informe de la Comisión Europea, si se reuniera a todos los mayores de 50 años de Europa en un solo país, este sería la tercera economía más potente del mundo.
QUÉ ES LA ECONOMÍA PLATEADA O 'SILVER ECONOMY'
La Economía plateada o Silver economy, incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 50 años. Este concepto, derivado del llamado silver market surgido en Japón —el país con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años— durante la década de los setenta para referirse al mercado sénior, aglutina a sectores tan diversos como la salud, la banca, la automoción, la energía, la vivienda, las telecomunicaciones, el ocio y el turismo, entre otros.
El perfil tipo de estos consumidores es el de personas con un poder adquisitivo mayor que el de los más jóvenes, entre otras cosas, porque ya no suelen tener tantas cargas económicas, como la crianza de los hijos, gestionan mejor su bienestar financiero gracias a la experiencia o cuentan con ahorros de su etapa laboral.
Esas características, sumadas a un mayor tiempo libre que les permite hacer lo que siempre quisieron: viajar, vivir nuevas experiencias, darse algún capricho, etc… convierten a este colectivo en un potente motor económico y ofrecen la oportunidad de desarrollar negocios y crear empresas para cumplir con sus demandas y necesidades en sectores tan diversos como las telecomunicaciones, el entretenimiento, la alimentación, la automoción, el turismo, la salud o la banca, entre muchos otros.
Por tanto, la oferta de las empresas tiene que incluir una gama de alternativas que cubran sus necesidades lo cual implica en la práctica, que este sector va más allá de la economía del cuidado, y trae aparejada la posibilidad de una demanda cada vez mayor de determinados productos y servicios, tales como las actividades culturales, viajes, deportes, ocio, estudio, cuidados personales, ropa…
CARACTERÍSTICAS DE LA ECONOMÍA DEL FUTURO
En resumen, las características que definen a la Economía plateada o Silver Economy son aquellas que representan la forma de entenderla como parte de la economía del futuro, esto significa que hablamos de una Economía:
• Inclusiva
• Circular
• Ecológica
• Colaborativa
• Digital
• Global y local
La enorme cantidad de posibilidades de negocio que abarca no están únicamente relacionadas con los cuidados de la salud o la asistencia a los mayores. El gran potencial de la Economía plateada está en nuevos productos y servicios que debe tener en cuenta que cada vez la población mayor tendrá más inquietudes y estará acostumbrada a productos distintos y a servicios prestados de forma diferente para un nuevo tipo de personas jubiladas y según los expertos, ya está creando varias oportunidades, entre ellas:
• Nuevos empleos en áreas como las tecnologías de asistencia, la cultura, el turismo, la moda, la cosmética y un largo etcétera
• Impulso de nuevas profesiones
• Innovación científica y médica
• Dinamización de la economía
• Creación de valor económico y social mediante actividades productivas
• Transmisión de conocimiento intergeneracional
• Presión a las administraciones para invertir en la asistencia e independencia de las personas mayores y en sanidad.
Nadie puede detener el paso del tiempo, envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo, pero de cada uno depende cómo envejecer. Hay personas que se quedan atrapadas en el pasado, otros buscan la manera de vivir con ilusión, con metas simples que los llenen de felicidad y salud.